martes, 14 de julio de 2009

tortura infantil

cuando yo era niño me sometían a sesiones de tortura, era completamente necesaria, la sociedad necesitaba suministrármela para convertirme e un hombre de bien, me quitaban la inocencia en forma masiva, lo hacían en el colegio sin que yo me diera cuenta y sin que nadie protestara... este era el método que usaban.

recuerdo que un día no se muy bien de que año, era yo muy niño y estaba en el colegio, no recuerdo quien era la profesora que me guiaba pero nos llevaron a un salón que disponía de televisión y equipo para reproducir video, no tenia sillas sino una gran alfombra para que nos sentáramos en el suelo, lo cual era mas cómodo que los pequeños asientos de madera en los que recibíamos clases, los recuerdos son borrosos pero conservo las sensaciones, al principio me sentí feliz de ver una película y la pantalla amablemente comenzó a mostrar pequeños dibujos animados, eran personajes blancos y gordos sobre de contornos negros que se movían sobre un paisaje de tonos marrón, no narraban una historia infantil y no recuerdo que hablaran, todo lo hacían sus acciones y estas empezaron a ser aterradoras.

pasaba imagen tras imagen y todo era tan triste, unas vacas se convirtieron en tanques de guerra y asolaron el mundo, uno niño negros firmaban un documento que era sellado y en compensación el negrito era encadenado, luego imágenes reales, un niño desnutrido con moscas en el rostro y buitres a su lado, no recuerdo el argumento y algunas cosas no las entendía muy bien pero la sensación era desoladora, producía una tristeza increíble, un miedo profundo, me sentí tan indefenso ¿y si me llega a pasar a mi? los demás niños se asustaban también, mis amigos repetían con palabras las imágenes cuando el video termino y en sus voces se confundía el tono para expresar compasión, miedo y morbo a la vez, la mayoría no habíamos visto cosas tan malas en toda nuestra vida, yo recordaba mil muertes grabadas en vivo en documentales de vida silvestre y había aprendido a aceptar la muerte como parte natural de la vida, los potrillos mueren para que los leones vivan decía yo, pero esto era muy distinto eran hombres que sufrían producto de una increíble crueldad, sus vidas eran tan horribles y yo era tan pequeño y me sentía tan frustrado por no poder ayudar.

no recuerdo que paso después, cuanto duro la sensación, si estuve mucho tiempo triste o me incorpore de inmediato a mis juegos, pero se que esto se repitió varias veces durante mi infancia, y aun como adulto se repite por momentos, pero ya no causa el viejo impacto, la imagen del niño que muere de inamisión la volví a ver cientos de veces y llegue a odiarla porque siempre me hace sentir que no controlo nada, me siento pequeño en mundo muy grande que soy incapaz de cambiar.

me tomo muchos años entender el porque de esta tortura, en la universidad leí a Rorty y su idea para el respeto de los derechos humanos, suministrar educación sentimental, generar en los infantes la idea del dolor que causa abusar del otro para que no lo hagan nunca, y puedo decir que funciona a medias, porque en mi vida mostré innumerables conductas crueles hacia otros pero al menos nunca lo hice de forma sistemática, a veces me atormentan los recuerdo de ver como me burlaba de alguien para generar las risas de los otros, o hacia sentir mal a un ser amado para demostrarle mi enojo, y la culpa me tortura pero lo hace mas la idea de que seguramente volverá a pasar sin que me de cuenta.

aun así genere una conciencia superficial sobre los derechos humanos, no apoyo políticamente a quien creo que los sufre y de vez en cuando realizo una obra de caridad para lavar la conciencia, y aun no puedo sobreponer la idea racional de la crueldad de la naturaleza al sentimiento de piedad y frustración que me produce, como planteaba Rorty me causa dolor ver sufrir a los demás, a mi me programaron cuando niño para que así sucediera y me robaron la felicidad que da el no preocuparse por los demás, me quitaron parte de mi libertad para educarme y ahora lo justifico porque se que al hacer lo mismo con otros niños se previene que ellos realicen conductas crueles al crecer, y eso me alivia por que puedo llegar a ser yo quien las padezca.

Ahora que lo pienso la educación es siempre un sistema de premios y castigos para que hagamos lo que la sociedad necesita.

lunes, 13 de julio de 2009

La razón de ser

No tengo experiencia escribiendo blogs y la verdad tampoco mucha leyéndolos, pero dos razones principales me llevaron a escribir uno ahora. Primero, tengo mucho que decir y segundo no encontré ninguna otra forma de decirlo; pude haber bucado a un amigo pero es justamente el problema, soy incapaz de expresar lo que estoy sintiendo.

una persona promedio suele tener al menos una persona a quien le cuenta sus problemas, un confidente que escucha y le da consejos, alguien que conoce sus sueños y le de esperanza, y yo tengo amigos dispuestos a escucharme pero soy incapas de abrirme a ellos, la razón no esta muy clara pero lo mas seguro es que sea fruto de mi ego, yo que fui profundamente amado desde niño, que siempre goce de estupenda salud y fui elogiado por mi inteligencia, me cree una imagen propia demasiado alta, muchas personas que me conocen dicen que siempre estoy muy confiado como si nada me afectara, nada puede sacarme de mi eterna calma y la verdad esa impresión me fascina porque nadie admira a los débiles, pero todos siguen a quienes parecen tener el control.

y es que aunque parezca fuerte soy debilísimo, todo parece salirme bien en la vida y en general logro transmitir tanta seguridad que aceptar mis propias debilidades me resulta casi imposible, yo se que no soy insensible como cree la mayoría de personas que me conocen, pero demostrarles que están equivocadas es casi imposible cuando no puedes mostrar afuera lo que pasa dentro.

es como gritar en una botella, nadie te escucha, y lo peor es que nadie se da cuenta que estas gritando.

aquí empieza mi blog, siempre critique a quienes publican sobre su vida pensando que a alguien le importa, pero me di cuenta que solo queremos decir lo que sentimos aunque nadie escuche.